Los gatos, junto con otros animales domésticos y salvajes, parecen sentir los desastres naturales inminentes, como terremotos y tsunamis. Los científicos no pueden explicar plenamente este fenómeno, sin embargo destacan que esto no es un sexto sentido paranormal, sino un ejemplo de cómo los animales reciben información sensorial más allá del alcance de la percepción humana.
Percepción temprana. La conexión reproducible entre un comportamiento específico (animal) y la ocurrencia de un terremoto no se ha demostrado, ahora, debido a sus sentidos bien afinados, los animales, a menudo, pueden sentir el terremoto en sus primeras etapas, antes que los seres humanos.
La energía del terremoto se produce en dos tipos de ondas sísmicas. La onda P, más rápida y más pequeña, expande y comprime alternativamente el material a su paso. La onda S, más lenta, es la que sienten los seres humanos, sacude el suelo. Los instrumentos científicos son sensibles a la onda P, proporcionando unos pocos segundos de advertencia antes de que la onda S. El punto de vista científico más conservador es que esta onda P también la perciben los animales.
Percibiendo cambios sutiles. Otros científicos señalan que los animales parecen saber que los terremotos están a punto de producirse con más de unos pocos segundos de anticipación. Una teoría especula que los terremotos que se acercan pueden ser precedidos por cambios de presión de aire o cambios electromagnéticos, que los animales perciben y los humanos no. Los científicos ya saben que algunos animales pueden utilizar campos electromagnéticos para navegar a través de largas distancias y buscar sus presas. Los seres humanos dependemos de los instrumentos científicos para informarnos de estos campos.
Sistema de alerta temprana. Algunos grupos de científicos creen que la evidencia anecdótica de animales que perciben los terremotos antes de que ocurran es lo suficientemente fuerte como para que los seres humanos la estudiemos más de cerca. La observación de los animales tiene el potencial de salvar vidas, pues las personas podrían ser evacuadas de las ciudades antes de que los terremotos las golpearan. Dado que actualmente no hay un método fiable de predicción de un terremoto, los animales pueden ofrecer las mejores pistas.
Iones positivos. Una teoría relativamente reciente es que algunos animales responden a los cambios químicos anteriores al terremoto en las aguas subterráneas. Un estudio publicado a finales de 2011 en la Revista Internacional de Investigación del Medio Ambiente y Salud Pública señaló que las rocas estresadas por la corteza terrestre, liberan partículas cargadas que tienen un efecto químico en las aguas subterráneas.
Según los investigadores en el estudio, cuando estas partículas llegan a la superficie de la Tierra, reaccionan con el aire, formando iones positivos. Los iones positivos en el aire son conocidos en la comunidad médica por causar dolores de cabeza y náuseas en los seres humanos y por aumentar el nivel de serotonina, la hormona del estrés, en la sangre de los animales.
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