Cuando su gata tiene gatitos, su personalidad puede parecer que sufre un cambio, pero ella está actuando como haría cualquier madre. Aunque ella todavía te adora, ahora tiene que centrarse en sus bebés durante el tiempo que son pequeños con el fin de asegurar su supervivencia.
Inmediatamente después del nacimiento. Justo después de dar a luz, toda la atención de la madre está en sus nuevos gatitos. Después de la limpieza de la placenta que se aferra a los recién nacidos, los lame y da golpecitos a sus gaticos para mostrarles donde están sus pezones para que puedan empezar a lactar. Ella también lame su ano para estimular a los gaticos a defecar, y los limpia con su lengua.
La atención temprana. En las primeras semanas de vida, los gatitos son totalmente dependientes de su madre. La nueva mamá mostrará los comportamientos de protección, y puede silbar o gruñir a otros animales o personas que se acercan a sus bebés. Si se siente nervioso o amenazado, podría pasar a los gatitos a otra área más aislada de la casa. Proporciónele a su gata y sus gaticos un entorno tranquilo, la calma es la mejor forma de ayudar a cuidar de sus crías durante esta fase de sus vidas.
La enseñanza de las lecciones. Como sus gatitos crecen y comienzan a explorar su mundo, la madre asume el papel del profesor como cuidadora. En aproximadamente 4 a 6 semanas de edad, los gatitos necesitan aprender cómo usar una caja de arena e interactuar con otros gatos. La madre enseña a sus gatitos estas habilidades. Ella también puede enseñarles a cazar, y, finalmente, desteta a los gatitos, reduciendo gradualmente el acceso a su leche. A medida que los gatitos crecen y se vuelven más independientes, sigue velando por ellos e interviene cuando son ruidosos o exhiben conductas inapropiadas.
Desarrollando relaciones. Una vez que un gatito tiene pocos meses de edad, su personalidad felina comienza a surgir. En este punto, si el gatito está todavía en la misma casa, él y su madre pueden empezar a desarrollar las bases para su eventual relación adulta. Algunos gatos y madres mantienen una estrecha relación de amor en la edad adulta, mientras que otros se convierten en rivales por la comida y el afecto en el hogar.
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