En pocas palabras, el estreñimiento es una de las muchas reacciones que un gato podría tener al cambiar su comida. Otras incluyen diarrea, vómitos, negativa a comer el nuevo manjar o nada en absoluto. El cambio de comida en un gato es una empresa precaria, debido a la naturaleza meticulosa del felino y a su tan delicado sistema.
¿Qué es normal? No es raro que un gato experimente problemas con los movimientos intestinales regulares, ya que incluso los cambios más mínimos en la dieta pueden alterar el funcionamiento digestivo normal de un gato y su sistema de eliminación. A pesar de este hecho, los gatos deben tener dos evacuaciones intestinales cada día. Cualquier otra cosa es causa de preocupación. La caca de gatito debe ser de color marrón oscuro y bien formada (no demasiado dura, no demasiado suave o blanda).
Empresa privada. Es difícil realizar un seguimiento de qué tan a menudo tu gato hace caca. Los gatos son extremadamente privados en lo que respecta a su comportamiento de baño y no quieren que usted (ni nadie) sepa cuándo y cuánto tiempo dedican a “su negocio”. Este comportamiento a menudo hace que los compañeros humanos, desconozcan sobre el estreñimiento de su gato, hasta que hayan pasado un par de días.
Síntomas. Un gato estreñido es un gato miserable. Algunos de los signos específicos a tener en cuenta incluyen: esfuerzos y llanto cuando trata de eliminar, búsqueda de pequeñas heces duras cubiertas con sangre o mucosidad en la caja de arena, viajes improductivos y frecuentes a la caja de arena, pérdida de apetito y de peso, letargo, vómitos, malestar abdominal y una falta general de aseo (con la que los gatos son, generalmente, muy fastidiosos).
Más fibra y proteínas. Como en el caso del estreñimiento humano, a menudo se necesita un poco de fricción para poner las cosas en movimiento. Nada hace fricción mejor en el tracto digestivo que la fibra, con su poder de aflojamiento. Se sugiere agregar un poco de calabaza en lata a la comida de gato (a los gatos les gusta el sabor y se mezcla bien) especialmente con alimentos húmedos. El tracto digestivo de un felino es corto, lo que permite una dieta alta en proteínas, que requieren un procesamiento mínimo para moverse con bastante rapidez.
Hidrata y mueve. Se recomienda hacer que el gato beba más agua, todo un reto, ya que los gatos no son, naturalmente, grandes consumidores de líquido en sus dietas (pues en sus dietas salvajes obtienen líquidos de la sangre de sus presas) satisfecho sus necesidades de hidratación. Este ya no es el caso y la situación sólo empeora si consideramos del hecho de que muchos gatos se alimentan de una dieta de alimentos secos. Un poco de agua en el sistema del gato podría funcionar como un catalizador para conseguir el movimiento intestinal.
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