La amputaciónde las garrases un tema que despierta fuertes sentimientos para muchos dueños de gatos. Mientras algunos creen que la práctica tiene su función, otros consideran que es cruel e innecesaria. Dejando de lado la justificación del propietario, quitar las garras del gato puede hacerle daño tanto física como psicológicamente.
Dolor inmediato
Para amputar las garras de un gato, el veterinario corta los últimos nudillos de su pata, el hueso, los tendones y los nervios. Esta cirugía es tan dolorosa las compañías farmacéuticas la emplean para probar sus nuevos medicamentos para el dolor. ¿Cuánto dolor un gato está experimentando durante e inmediatamente después de esta amputación? Es difícil de determinar, ya que él es incapaz de comunicarse y tiene la voluntad de ocultar la naturaleza del dolor crónico y aprender a vivir con ello. La ausencia de un dolor manifestado no significa necesariamente que no lo siente.
Las complicaciones post quirúrgicas
La tasa de complicaciones para quitar las garras es relativamente alta en comparación con otros procedimientos comúnmente realizados. Dolor, hemorragia, infección y destrucción del tejido del pie son sólo algunas de las complicaciones post-quirúrgicas de quitar las garras. Se produce daño en los nervios, por lo que espolones óseos pueden aparecer en días, semanas o años después de esta cirugía, lo que lleva a otra cirugía y más sufrimiento.
Los problemas físicos
Los incómodos problemas en las articulaciones tienden a perseguir a un gato sin uñas. Desde el principio, la eliminación de las garras la forma de su pie toca al tocar el suelo y causa malestar similar a cuando te pones un par de zapatos incómodos – zapatos que no se pueden quitar. Después de esta cirugía, los tendones que controlan articulaciones de los dedos se retraen, lo que hace cambiar el peso corporal de los dedos del pie y adoptar una alteración de la marcha para evitar el dolor. Este cambio en la zancada causa estrés a sus articulaciones y la columna vertebral, y puede conducir a daño artrítico y problemas de las articulaciones a largo plazo.
Complicaciones psicológicas y conductuales
Un gato puede exhibir un cambio notable en la personalidad luego de una amputación. Un gato, una vez animado y agradable puede llegar a estar retirado y tímido. Al privarlo de sus medios primarios de defensa, puede llegar a estar temeroso o agresivo, a menudo recurriendo a morder. Incapaz de marcar el territorio con sus garras, puede decidir marcarlo con orina. Este tipo de comportamientos pueden causar más efectos desagradables tanto para el gato como para su propietario.