Si piensas que los gatos son lindos y dulces, pero te convierten en un desastre al hacerte sollozar y con la nariz congestionada en la mera visión de uno, entonces conoces muy bien la molestia de las alergias felinas. Esas mascotas son a menudo la culpable de las alergias debido a sus proteínas de la saliva y la caspa.
Signos
Cuando un ataque de alergia está por llegar, tú definitivamente lo sientes. Incluso si sólo te detuviste en la casa de tu vecino durante cinco minutos para charlar sobre el clima, probablemente sea suficiente. Su diminuto gato ha desencadenando un ataque alérgico en ti. Algunos de los signos más comunes de alergias a los gatos son tos, goteo nasal, congestión nasal, picazón, ojos llorosos, dificultad para respirar, pecho apretado, estornudos y dolor de garganta.
Alérgenos
La creencia común para muchos es que el pelo de gato es la causa principal de la mayoría de las alergias, cuando en realidad, es la proteína. La saliva de un gato, la orina y las células muertas de la piel consisten en proteínas que funcionan como alérgenos. Sin embargo, si crees que puede tener un problema con el pelaje de un gato, puede que no estés del todo equivocado. El pelaje de un gato puede atraer a otros alérgenos molestos, incluidos los ácaros del polvo y el polen.
Atención médica
Si tienes alergias a los gatos, la atención médica es una necesidad, especialmente si experimentas síntomas graves, como dificultad para respirar u opresión en el pecho. No importa cuál sea, es importante hacer una cita con un médico para ver lo que está pasando. El médico puede llevar a cabo un examen de piel o de sangre para determinar exactamente cuál es la causa de las reacciones alérgicas.
Ayuda contra la alergia
Las alergias a los gatos no significa que tenga necesariamente que prohibirse de estar con sus amigos peludos el resto de la vida. Con algunas medidas prácticas, todavía se puede vivir junto a los más pequeños en paz y armonía. Algunas pautas fáciles de seguir incluyen mantener el aire de su casa limpio con purificadores, el acicalamiento frecuente y cepillado de todos los gatos en los alrededores y limpieza frecuente del polvo. A pesar de que puede causar un dolor en el corazón, debes mantener a los gatos fuera de tus zonas de dormitorio. Dado que los alérgenos se acumulan en los tejidos – gruesas cortinas y alfombras – eliminarlos puede acabar con ellos. Si estas medidas no cortan la alergia, habla con tu médico acerca de las distintas opciones de tratamiento, incluyendo los corticosteroides, descongestionantes y antihistamínicos. Estos medicamentos pueden ayudar a minimizar los síntomas molestos tales como inflamación, congestión nasal, estornudos y picazón. Pregunta acerca de la prescripción. Para casos más graves, inyecciones para la alergia como inmunoterapia, administrada por los médicos, pueden entrenar tu sistema inmunológico para no reaccionar ante estos alérgenos problemáticos.
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