Cuando se trata de dos gatos machos que viven bajo el mismo techo, los problemas y la tensión general surgen a cada segundo, tal vez por competir para ver quién se coloca en la ventana o tiene la atención de su propietario favorito. Afortunadamente, la esterilización tiende a mejorar este tipo de comportamiento.
Castración. Los gatos machos son impulsados por sus hormonas y como resultado pueden ser muy territoriales y competitivos con los demás. Permitir que dos gatos machos no castrados vivan juntos es a menudo sinónimo de desastre, especialmente cuando hay una hembra en celo cerca. Si castras a tus dos gatos, lo más probable es que elimines todos los rastros de la conducta de apareamiento problemática, incluyendo la orina territorial, la lucha agresiva, la vocalización fuerte y la inquietud errante.
Hábito. En algunos casos raros, la castración no elimina totalmente la conducta problemática entre los gatos machos, siendo más efectiva cuando tienen una edad más avanzada. Si introduces un nuevo gato a tu casa, tu mascota castrada todavía puede reaccionar y lo hará saber orinando por todas partes para mostrarle al novato quién es el jefe. Con el marcado de orina un gato está diciendo a otro que ese es su territorio, su sofá y que el dueño de la casa le pertenece.
Introducción. Si tienes un gato y quieres adoptar otro, debes introducir a este último correctamente para que en la casa todos puedan vivir en armonía. Antes de dejar que tu nuevo gato vea a su futuro compañero, debes dejarlo pasar algún tiempo a solas para que pueda adaptarse a su nuevo entorno lejos del caos y la distracción. Dale un espacio que sea sólo para él. Después de unos días puedes tratar de familiarizar a tus dos gatos. Primero deja que compartan juguetes, mantas y otros artículos y recompénsalos con deliciosas golosinas cuando tengan un buen comportamiento. Cuando ya puedas introducir a tus dos gatos sin problemas, asegúrate de tener al nuevo gato en un transportador y de prestar mucha atención al comportamiento de tu otra mascota. Los gruñidos y silbidos al principio son naturales, aunque con el tiempo deben desaparecer. Después de algunos encuentros exitosos puedes comenzar de forma gradual, a permitir que tus dos gatos se reúnan e interactúen en un ambiente más normal. Asegúrate de que ambos gatos sean capaces de esconderse o huir si se sienten amenazados durante el encuentro.
Temperamento. El temperamento general es el principal indicador que te dirá si los gatos pueden llevarse bien o si tienes que castrarlos. Los felinos adultos que son tranquilos y relajados por ejemplo, pueden llevarse mejor con las mascotas que tienen un comportamiento similar. Sin embargo, cuando un gato joven es alegre, travieso y revoltoso, pueden surgir algunos problemas. Cuando se trata de gatos que se gustan o pueden tolerarse, debes utilizar tu mejor juicio sobre la base de lo que sabes de ambos.
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