Los ácaros del oído no son los culpables de los ojos llorosos de su gato. Es posible que su gato tenga ácaros del oído y ojos llorosos – el primero puede incluso fomentar el segundo en algunas circunstancias – pero no es una relación causal. Ambas condiciones son problemas de salud, y su gato necesita ayuda.
Introducción sobre los ácaros del oído. Los gatos no suelen tener problemas de oído, pero cuando lo hacen, es a menudo debido a los ácaros del oído.
Los gatos, perros e incluso los seres humanos pueden tener ácaros del oído. Los culpables más comunes son los miembros de las especies Otodectes cynotis. (Es de destacar que todos los ácaros y garrapatas son una subclase de la familia de los arácnidos, que normalmente se asocia con las arañas y los escorpiones.)
Los signos de infestación son obvios: su gato se rasca, sacude la cabeza y está constantemente inclinando la oreja inflamada contra su cabeza. Revise las orejas para confirmar. Puede no ser capaz de ver sus cuerpos del tamaño de una cabeza de alfiler, pero los residuos oscuros y pegajosos que se derraman sobre la oreja de su gato son fáciles de notar.
A corto plazo causan picazón e irritación. Si no se tratan, pueden causar infecciones y, finalmente, la sordera.
Causas de los ojos llorosos. Los ojos llorosos suelen ser una respuesta a la irritación de los ojos, las alergias o los conductos lagrimales obstruidos.
Epífora es el término médico para el exceso de lágrimas, a veces se acompaña de ojos entrecerrados, inflamación, enrojecimiento, secreción, piel flácida o úlceras corneales, todo alrededor de los ojos. Su gato puede padecer de epífora por rinitis, alias sinusitis, irritación ocular aguda; tumores en la conjuntiva del ojo, los párpados, la cavidad nasal, el hueso maxilar facial o los senos adyacentes, o cualquier condición que causó la obstrucción del conducto lagrimal.
Hasta el momento no hay evidencia de que los gatos lloren lágrimas emocionales. El llanto emocional parece ser del dominio exclusivo de los seres humanos.
Relación. Los ácaros del oído no pueden causar directamente ojos llorosos, pero sus gatos pueden responder a ellos de esta forma. Una vez afectados por los ácaros del oído, su gato trata de rascarse, se agita y mueve la cabeza. Este esfuerzo es en vano – puesto que el ácaro está demasiado profundo en el oído – pero en medio de un asalto frenético, puede infligir daños colaterales en sí mismo.
Los gatos al aire libre son más propensos a padecer de ácaros del oído, así como entrar en peleas que causan daño ocular, el cual puede provocar epífora. Los ácaros del oído son muy contagiosos a todos los gatos, pero los que están en confines estrechos, refugios de animales, tienen más altas tasas de infestación que sus hermanos domésticos.
Qué hacer. Si su gato tiene ácaros del oído, llame a un veterinario. El diagnóstico se confirma generalmente por medio del otoscopio, y los tratamientos implican limpiezas tópicas, orales y sistémicas.
Si su gato tiene un ojo lloroso, tratar de averiguar si la causa es aguda o crónica. En el caso de la primera debe pasar, a menos que sea el resultado secundario de un comportamiento. (Recuerde cómo un ojo lloroso puede estar indirectamente relacionado con los ácaros del oído) En el caso de este último, llame a un veterinario. El tratamiento para la epífora es tan diverso como sus causas. A veces hay una solución simple, otras el tratamiento consiste en una cirugía.
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