Signos y síntomas de la infección de riñones en los gatos

gato mirando fijoLa enfermedad renal es bastante común en los gatos, especialmente a medida que envejecen. Si comienzas a notar los signos y síntomas de una infección de riñones en su gato, llévelo al veterinario de inmediato. Mientras más pronto comience el tratamiento, mejor será el potencial resultado. Aprenda sobre los hábitos normales de su gato así, de manera  que los anormales sean rápidamente obvios para usted.

Síntomas en la caja de arena. Con una infección del tracto urinario, o del riñón, su gato puede pasar demasiado tiempo en la caja de arena, tratando de hacer pis. Puede tener «accidentes» fuera de la caja, u orinar en diferentes lugares de la casa. Cuando limpie la caja de arena, comprueba si aparece sangre en la orina. Si la orina tiene un olor muy fuerte o se ve turbio, eso es otro indicio de infección.

Otros signos. El gato con frecuencia puede lamer su área genital, podría estar deprimido y letárgico, negándose a comer. Si su gato nunca deja de comer por más de un día, siempre llame al veterinario. Otros indicios de una posible infección renal incluyen pérdida de peso, vómitos, jadeos o dificultad para respirar, aumento de la bebida de agua, úlceras en la boca y fiebre. Si lo acaricias o recoges, tu gato podría no querer que le toques la parte inferior del abdomen debido al dolor.

Diagnóstico. Su veterinario tomará una muestra de orina para hacer el diagnóstico, así como de sangre. La muestra de orina indica qué tipo de bacteria está implicada en la infección, mientras que la muestra de sangre mide la cantidad de fosfato, creatinina y urea. Si el gato parece muy enfermo, podría recibir una ecografía o una radiografía. Los gatos que sufren de infecciones de los riñones también pueden sufrir de anemia, por lo que su veterinario también deberá comprobar esto.

Tratamiento. El tratamiento consiste en dos fases, a corto y largo plazo. El tratamiento inmediato puede incluir líquidos por vía subcutánea o intravenosa si el gato está deshidratado, junto con los antibióticos para combatir la infección. El veterinario puede prescribir otros medicamentos, dependiendo del diagnóstico. El tratamiento a largo plazo significa un cambio de dieta para tu gato. Él necesitará comida que no ponga a prueba sus riñones. Su veterinario puede prescribirle alimentos especiales secos o húmedos para felinos con enfermedades renales. Puedes tratar de darle de comer una dieta baja en proteínas y fosfatos por tu cuenta, evitando el pescado y las aves. Pregunte a su veterinario las recomendaciones en caso de elegir esta ruta. Tu gato necesitará chequeos regulares para controlar su condición.

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