Incluso la vida de un gato doméstico puede ser estresante. Mantenerse siempre en el mismo lugar, andar rodando en esa pila diluida de hierba gatera o estar viendo las carreras de NASCAR durante todo el día puede ser estresante para sus nervios, aunque te pudiera parecer la vida ideal. Por suerte con la guía de un veterinario puedes hacer que tu gato se relaje mediante la administración de suplementos vitamínicos sin necesidad de variar mucho tu estilo de vida.
Vitamina A. Los niveles bajos de energía contribuyen a que un gato activo no pueda controlar el estrés. La vitamina A ayuda a limpiar las toxinas dañinas que se encuentran en los sistemas de tu mascota que son responsables del agotamiento y del bajo suministro de energía. La vitamina A es esencial para la visión nocturna y contiene importantes antioxidantes que lo protegen de las enfermedades. Asegúrate de seguir la dosis recomendada por el veterinario ya que esta vitamina puede ser tóxica en niveles extremadamente altos.
Vitamina C. El sistema intestinal de tu gato puede sintetizar su propia vitamina C cuando está funcionando correctamente. Sin embargo, las tensiones tales como ruidos fuertes, un nuevo entorno, calor o frío extremo, programas de televisión y videojuegos fuertes, pueden agotar su producción de vitamina C. Cuando el sistema de tu gato es carente de este nutriente, un suplemento de vitamina C que sea administrado correctamente, puede ayudar a mantenerlo mentalmente alerta, juguetón y menos estresado.
Vitamina E. Niveles seguros de vitamina E pueden contribuir a mejorar el bienestar mental de tu gato ayudándole a combatir cualquier estrés, la ansiedad o la depresión que pueda estar teniendo. La vitamina E es también un poderoso antioxidante que trabaja para neutralizar los virus y las bacterias dañinas que pueden amenazar su bienestar físico.
Vitaminas del Complejo B. Las vitaminas del complejo B incluyen la B1, muy útil para la adecuada función del estado de ánimo y los nervios, la B3 para la regulación del sueño, la B6 para la producción de serotonina para combatir el estrés y la B12 produce otras sustancias químicas en el cerebro que hacen «sentirse bien». Además de afectar el bienestar mental de tu gato, un déficit de vitamina de este grupo puede hacer que tu gato sea más propenso a las enfermedades y los virus. La falta de este nutriente también puede afectar negativamente sus reflejos, agotarlo y cuando esté enfermo, obstaculizar su proceso de curación.
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