Babeo en un gato después de un tratamiento para pulgas

boca abierta hablandoSi tu gato está babeando después de haber recibido un tratamiento para las pulgas, es normal que te preocupes y decidas llevarlo al veterinario. Afortunadamente, este babeo por lo general no es motivo de alarma.

¿Por qué los gatos babean después de un tratamiento para las pulgas? Los medicamentos para combatir las pulgas contienen insecticidas como la permetrina que son altamente eficaces para matar pulgas, garrapatas y otros ácaros. El problema es que estos insecticidas también pueden ser muy tóxicos si se ingieren y el babeo es un signo común de que tu gato lo ha consumido de alguna forma.

Babeo. El medicamento utilizado para erradicar y controlar las pulgas se supone que debe ser administrado entre los hombros del gato por ser un lugar de difícil acceso al que no puede llegar con la lengua durante el aseo. Sin embargo, es muy difícil evitar que un gato ingiera una pequeña cantidad del mismo y por eso, no es raro que algunos babeen después de la aplicación. En la mayoría de los casos, el gato frota la parte posterior del cuello con una de sus patas y luego ingiere el medicamento al lamerla durante el aseo. El gato generalmente comienza a babear casi inmediatamente después de haber ingerido el medicamento.

Toxicidad. Aunque la ingestión de algunos insecticidas es normal, si un gato ingiere una gran cantidad puede sufrir un envenenamiento tóxico. Si tu gato comienza a babear y tiene letargo extremo y vómitos, entonces estas son señales de que puede estar sufriendo un envenenamiento y debes llevarlo al veterinario inmediatamente.

Consideraciones de tratamiento. Un gato de menos de cuatro semanas de edad no debe recibir una medicación para las pulgas. De hecho, dependiendo del producto, en ocasiones se recomienda esperar hasta que el gato tenga al menos ocho semanas de edad. Para asegurarte de que tu mascota es lo suficientemente mayor, antes consulta las instrucciones de aplicación del envase del medicamento. Los medicamentos para las pulgas también se deben evitar en los gatos muy viejos y las gatas embarazadas.

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