¿Alguna vez se alteró tu curso porque un gato negro se cruzó en tu camino? Si es así estás en una minoría. En muchas culturas del mundo el gato negro es venerado como un buen presagio o amuleto de buena suerte y no como un presagio del mal.
Breve historia de los gatos negros: Esta historia se remonta por lo menos hasta el Antiguo Egipto, cuando la Diosa Bast reinó en la XXII Dinastía. Para ir en busca de su favor, muchos egipcios llevaron gatos negros a sus hogares por la creencia de que el espíritu de Bast se entrelazaría con el alma del gato y la prosperidad vendría después. Las familias egipcias, pobres y ricos, embalsamaban a sus mascotas fallecidas debido al aprecio y adoración que les tenían. Los arqueólogos han descubierto verdaderos cementerios de mascotas con gatos negros momificados. En el siglo 17, Charles I de Inglaterra amaba ferozmente a su precioso gato negro, yendo tan lejos como para mantenerlo bajo vigilancia las 24 horas del día y cuando el gato murió se le oyó proclamar: “¡Ay, mi suerte se ha ido!”, al día siguiente fue arrestado y acusado de alta traición y finalmente ejecutado.
En Escocia, la aparición de un gato negro en el porche se considera como portador de la prosperidad. En Italia, el estornudo de un gato es de buena suerte. En algunas partes de Europa si un gato negro se cruza en tu camino se considera que tienes la buena fortuna y si entra en tu casa, eres verdaderamente bendecido.
Entonces, ¿cuándo los gatos negros se convirtieron en un símbolo del mal y la desgracia?
Un cambio en la percepción de los Gatos Negros. En el siglo X en Gales había leyes en contra de la matanza de los gatos. El galés RulerHywelDda reconoció el valor de los gatos e incluso decretó que robarlos era un crimen, pero en 1232, el Papa Gregorio IX sugirió que los gatos eran aliados diabólicos del diablo. Fanáticos religiosos mataron a los gatos y a menudo los quemaron vivos. Los gatos negros fueron los más afectados al ser considerados lo mayores aliados del diablo.
Más tarde, en el Nuevo Mundo, los puritanos creían que los gatos negros estaban asociados con las brujas y aquellos que fueran atrapados con uno enfrentaban severos castigos, incluso la muerte. Los Piratas del siglo XIX creían que si un gato negro se te acercaba tendrías mala suerte y, si caminaba hacia tu nave y luego se alejaba de esta, estaba condenada a hundirse en su próximo viaje. En HungryHoodoo (1920), una película de dibujos animados, el Gato Félix experimenta mala suerte el viernes 13 y cree que él mismo se ha echado mal de ojo por el color de su pelaje.
En 1969 un gato negro se lanzó a la cancha durante un decisivo partido de béisbol entre los Cachorros y los Mets de Nueva York, en este partido quedaron frustradas las posibilidades de playoffs de los Cachorros. El gato se dirigió derecho a la banca de los Cachorros donde parecía mirar fijo a todos los jugadores. Los Cachorros no sólo perdieron ese partido, sino gran parte del resto de la temporada.
Es difícil determinar exactamente por qué los gatos negros figuran tan prominentes en la tradición sobrenatural, pero es seguro asumir que después de muchos siglos de haber sido descritos como la encarnación del mal, esta superstición no va a desaparecer tan pronto.
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