Si tu gato tiene la cara flaca aunque no deja de comer y tiene un apetito insaciable, puede ser porque le gusta o porque tiene problemas graves de salud. Si no puede mantenerse lejos del plato de comida, puede ser que tengas que consultar a un veterinario.
Diabetes. La diabetes es una enfermedad común que afecta a los gatos tal como lo hace en los seres humanos. Cuando un gato desarrolla diabetes (es más común en gatos viejos y obesos), tiene dificultad ya sea para producir o para utilizar la insulina. Cuando eso sucede, el cuerpo convierte las reservas de energía como la grasa y las proteínas en glucosa y por tanto el azúcar en la sangre aumenta a niveles elevados. Debido a todo esto, el gato aunque desarrolla un apetito intenso, pierde peso. La diabetes es tratada de forma diferente en cada individuo por lo que debes llevar a tu gato a un veterinario para que lo diagnostique y le ponga un tratamiento.
Hipertiroidismo. El hipertiroidismo ocurre cuando la glándula tiroides del gato trabaja horas extras produciendo hormonas en exceso que eventualmente pueden provocar problemas fatales en el corazón y los riñones. Esto a menudo es causado por un tumor benigno que se puede eliminar quirúrgicamente o tratar con medicamentos para ayudar a controlar los niveles de estas hormonas. Al igual que con la diabetes, tu gato puede desarrollar un apetito insaciable pero no va a perder peso. Otros síntomas incluyen vómitos, aumento de la frecuencia cardíaca y la hipertensión, presentándose en forma de agresión, comportamiento nervioso y ansiedad general.
Dieta. Algunos gatos son gordos y voraces y se comerán cualquier alimento que se ponga delante de ellos mientras que otros conocen sus límites. Esto, combinado con el letargo general y un estilo de vida cómodo, puede fácilmente conducir a la obesidad. Aunque un gato rechoncho es ideal para acurrucarse, la obesidad puede conducir a graves enfermedades como la diabetes y la artritis. Si tu gato pasa el examen del veterinario sin percances pero no puede controlar sus propios impulsos ante la comida, debes ponerlo a dieta de inmediato. En lugar de ponerle alimentos disponibles todo el tiempo, debes servirle porciones de comidas programadas. Esto será difícil para tu mascota pero estará más saludable y poco a poco se adaptará a su nuevo estilo de vida.
Problemas de absorción de los alimentos. El cuerpo de tu gato puede tener problemas para absorber los alimentos y nutrientes por una variedad de razones que incluyen parásitos, problemas intestinales y cáncer. Cuando tu gato no recibe los nutrientes que necesita puede comer vorazmente en un intento desesperado por alimentarse. Debido a que muchas enfermedades pueden hacer que se detenga la absorción de nutrientes, es importante que veas a un veterinario tan pronto como sea posible si notas que tu gato de repente desarrolla un apetito insaciable y sobre todo, si aun así sigue perdiendo peso.
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