¿Qué puede vivir en los intestinos de un gato durante años y crecer hasta más de un metro de largo? La respuesta es la tenia. No todos los gusanos son tan amenazantes, pero todos ellos son bastante asquerosos y posiblemente contagiosos. Incluso si tu gato no sale a la calle, siempre debes estar atento a los síntomas de las invasiones parasitarias.
Expulsión del parásito. Muchos dueños de mascotas saben ya del trauma de encontrar un gusano vivo en las heces o vómito de tu gato. Es una escena sacada de una pesadilla, aunque no es tan inusual. Las ascárides y tenias, a menudo son expulsadas durante los movimientos digestivos, como parte de su ciclo de vida natural. No todos los gusanos son fácilmente visibles en la excreción, pero algunos no son difíciles de detectar. Los gusanos a menudo aparecen como hilos de color claro, o granos de arroz, dependiendo de la especie. Algunos son muy pequeños, e incluso los gusanos más grandes tienden a quedar divididos en diminutos segmentos desmontables antes de ser expulsados del cuerpo de tu gato. Mantenga todas las personas y las mascotas lejos de las heces que contienen gusanos vivos.
Fluctuación del apetito. Los parásitos intestinales la tienen fácil, todo lo que hacen asegurarse a sí mismos a la pared interna del tracto digestivo y esperar que tu gatito almuerce. Esto significa que tu mascota tiene que comer mucho más comida de lo normal para obtener la misma cantidad de nutrientes. Si observas un aumento constante y marcado en la cantidad y frecuencia de las comidas de tu mascota, es una señal de que algo anda mal. Las molestias y el estrés que los gusanos ponen en el cuerpo de tu mascota también podrían causar que evite los alimentos por completo, por lo que debe tener cuidado si tu gatito parece estar en una dieta auto impuesta.
Sensibilidad y debilidad. Los anquilostomas y otros parásitos internos chupadores de sangre pueden conducir a la pérdida excesiva de sangre, especialmente en los gatos pequeños y gatitos. Si tu gatito tiene problemas para controlar sus movimientos, duerme todo el tiempo o se muestra reacio a participar en actividades físicas, entonces podría tener un caso de bichos. El estómago de tu mascota también puede llegar a ser hinchado. Él puede mostrar signos de dolor o resistencia cuando intentas tocar su estómago.
Chequeo regular y desparasitación. A pesar de que existen gran cantidad de indicadores a buscar si sospechas que tu mascota tiene parásitos, no todos los gatos muestran signos visibles de la infestación. Los anquilostomas, por ejemplo, rara vez son visibles en las heces y con frecuencia no causan síntomas obvios en los gatos adultos. Es por esto que es importante llevar a tu gatito al veterinario un par de veces al año, aunque él parezca estar bien. Al igual que contigo, la salud de tu mascota es mucho más segura de esta manera. Si tu mascota tiene gusanos, pregúntele al veterinario acerca de cómo puedes reducir el riesgo de propagación de los parásitos a otras personas y animales durante el proceso de tratamiento. No intentes tratar la infestación por ti mismo, ya que cada tipo de gusano exige un tratamiento particular, y sólo un veterinario está capacitado para prescribirlo.
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