Diferencias entre los gatos castrados y los no castrados

gata castradaLos gatos que no están castrados pasan mucho más tiempo vagando por las calles que los que están castrados. Es parte de su naturaleza salir para encontrar pareja, ya sea del sexo opuesto o un compañero con el que pueda compartir sus travesuras.

El mito de que los gatos castrados son perezosos y gordos. La castración hace referencia a la esterilización de uno u otro sexo, pero se utiliza comúnmente para referirse a los animales machos; comúnmente esterilización es la palabra que se usa para las hembras. La castración elimina las hormonas responsables de la libido del gato y la capacidad de procrear. El mito de que los gatos castrados son más perezosos y más gordos que los gatos no castrados es falso. Los gatos castrados pueden parecer más perezosos que los que no están castrados porque ya no tienen necesidad de andar de un lado para otro persiguiendo a otros de su especie. Es por eso que las personas piensan que un gato castrado es más perezoso. El peso tiene que ver con el consumo de calorías y la producción de energía. Si tu gato es goloso no importa si está castrado o no, igualmente será gordo.

Beneficios del comportamiento. La testosterona es la hormona masculina que se produce en los testículos y es responsable de causar muchos problemas si no se controla. Los gatos que no están castrados tienen esta hormona circulando por sus cuerpos que los incita al marcado territorial, a las peleas, a los maullidos y a que corran y vaguen por todas partes. Esto está bien para los gatos salvajes que necesitan salvar su especie, pero en los gatos de compañía provoca consecuencias desastrosas. Si los gatos son castrados desde edades tempranas, antes de que se formen los hábitos de itinerancia, no van a desarrollar estos malos hábitos. Sin embargo, si un gato adquiere estos hábitos antes de ser castrado, puede continuar siendo un gato travieso aun después de la castración. Es por eso que los gatos que no están castrados sienten la necesidad de vagar y pelear, mientras que los gatos castrados se sienten felices al estar en casa descansando, a menos que estén cazando presas pequeñas y haciendo amigos con los vecinos.

Beneficios para la salud. En los gatos machos castrados se reduce significativamente el riesgo de padecer ciertos tipos de enfermedades testiculares y de próstata así como de cáncer. Las posibilidades de contraer enfermedades transmisibles como la leucemia felina y el virus de inmunodeficiencia felina se reducen ya que estas enfermedades se transmiten a través del intercambio de mordeduras mientras luchan por el dominio de un territorio. Como la castración elimina el apareamiento instintivo, el gato castrado no tiene esas ganas tremendas de salir por las noches para conocer gatas como los gatos machos no castrados. En general, los gatos castrados tienden a vivir más que los gatos no castrados. Por cierto, la orina de los gatos castrados no es maloliente como la de los machos no castrados.

Un gato castrado es más lindo. En general, los gatos castrados son más saludables y más tranquilos, mientras que los no castrados siempre tendrán esa necesidad de vagar por todas partes dejando un montón de crías que no tendrán hogar al nacer. Los gatos castrados tienen muchas menos probabilidades de perderse, ser víctimas de la crueldad, de lesiones accidentales o de ser atropellados por un coche ya que pasan mucho menos tiempo en las calles que los que no están castrados y se distraen por el maullido de una hembra.

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